Las emociones son respuestas
reflejas que nuestro cuerpo produce como mecanismo de adaptación ante
diferentes estímulos. Por este motivo, dado su carácter autómata e
inconsciente, los seres vivos no podemos controlarlas. La naturaleza adaptativa
de las emociones son las que aportan, desde mi opinión, los mayores problemas
ante su control. Esto es porque las respuestas, tanto fisiológicas como
conductuales que realiza cualquier ser vivo ante un estímulo son algo
incontrolable, son mecanismos que dirige nuestro cuerpo desde un punto de vista
neuropsicológico. Esta reacción automática se puede producir tanto ante
estímulos internos (pensamientos, recuerdos, etc.) o ante estímulos externos
(un ataque de un animal, un mal olor). Esta característica les aporta más
dificultades para controlarlas, ya que es inevitable que una persona piense o
recuerde algo, y que ese algo le aporte la necesidad al cuerpo de emitir una
respuesta emocional.
Las
emociones son tan difíciles de controlar debido a que éstas son respuestas
reflejas y automáticas ante posibles estímulos que pueden ser externos o
internos (pensamiento, imagen, etc.). Esto quiere de decir que son
incontrolables para los seres vivos. Éstas respuestas son un mecanismo de
adaptación al medio, como podemos encontrar en los apuntes, es un programa
protector automático de alta eficacia, basado en la activación de los
mecanismos corporales para regular las funciones vitales primarias. Existen dos
tipos de emociones las externas y las internas, desde mi punto de vista las emociones externas, es de
decir, las visibles son más controlables que las internas, ya que éstas últimas
son totalmente automáticas.
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